martes, 8 de junio de 2010

Fray Bernardino de Sahagún




FRAY BERNARDINO DE SAHAGÚN

Bernardino de Sahagún es el nombre adoptado por Bernardino de Rivera, al hacerse fraile franciscano.
El es considerado como el máximo investigador de todo lo que pertenece a la cultura nahua, dedicado además toda su vida a la recopilación y escritura de las costumbres, modos, lugares, maneras, dioses, lenguaje, ciencia, arte, alimentación, organización social, etc. de los llamados mexicas, pues sus obras fueron escritas en tres lenguas: latín, castellano y en náhuatl.
Bernardino de Sahagún nació en la localidad de Sahagún (León) España, en 1499 y murió en la Ciudad de México en 1590, estudió en Salamanca y llegó a la Nueva España en 1529 con el fraile Antonio de Ciudad Rodrigo y 19 hermanos más de la Orden de San Francisco, dentro de sus estudios aprendió del Latín, historia, filosofía y teología.
Su vida en el Nuevo Mundo trascurrieron en Tlalmanalco, y posteriormente fue guardián del convento de Xochimilco, apenas llegado estableció contacto con indígenas de lengua náhuatl en la ciudad de México, Xochimilco, Tlalmanalco, valle de Puebla y, de modo especial, en Santiago Tlatelolco. Allí, desde 1533, comenzó a organizarse un colegio del que se derivaron significativas aportaciones culturales. En 1536, se abrió éste formalmente con el nombre de Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco. Entre los maestros más destacados de este establecimiento fueron los franciscanos Andrés de Olmos, y el propio fray Bernardino de Sahagún. El objetivo central de este Colegio fue educar a los jóvenes nahuas de las familias principales de la región central para que influyeran más tarde en sus respectivas comunidades, también se transmitió a los indígenas las disciplinas del trivium y el quadrivium. Con la presencia de maestros indígenas, estudiantes y frailes se puso énfasis en materias como la farmacología tradicional, el arte de la pintura de los antiguos códices precolombinos, etc. Para 1554 o 1555, hizo que sus estudiantes transcribieran la relación que algunos indios principales le dieron acerca de los hechos más destacados de la conquista. En este texto se incluye en su recopilación que se conoce como Códice Florentino. De ella proviene el núcleo principal de testimonios que integran La visión de los vencidos. En 1558, recibió de su prelado mayor el mandato de reunir todo aquello que pudiera arrojar luz sobre las que describió como “cosas naturales, humanas y divinas” de los antiguos mexicanos. Para ello se trasladó al pueblo de Tepepulco, acompañado de varios de sus antiguos discípulos, por ejemplo Antonio Valeriano, Alonso Bejarano, Martín Jacobita, Pedro de San Buenaventura, Diego de Grado, Bonifacio Maximiliano y Mateo Ceverino. En Tepepulco se entrevistó con los principales indígenas, quienes le señalaron varias personas hábiles y experimentadas con quien pudo platicar para que le diesen razón de lo que quería saber. Sahagún llevaba consigo una minuta o cuestionario que abarcaba los grandes campos sobre los que buscaba información. Como él mismo señala, aquellos ancianos o principales que le fueron asignados le informaron por medio de pinturas, es decir, valiéndose de sus libros o códices que iban comentando delante de él. Sus estudiantes copiaron las pinturas y las declaraciones de ellas. Así fue como Sahagún reunió su primer caudal de testimonios. Por otro lado, se puede afirmarse que Sahagún llegó a interesarse básicamente por la cultura indígena.
Durante toda su vida fue de un gran número de obras en náhuatl, español y latín. La única impresa durante su vida fue Psalmodia cristiana y Sermonario de los Santos del año, en lengua mexicana, ordenado en cantares o psalmos para que canten los indios en los areytos que hacen en las Iglesias, México, 1583.
También escribió en lengua Mexica Incipiunt Epistola et Evangelia; Evangelario; Sermonario de dominicas y de santos, Postillas sobre las Epístolas y Evangelios de los Domingos de todo el año, con la colaboración de sus alumnos de Tlatelolco. En náhuatl escribió Tratado de la Retórica y Teología de la gente mexicana; Coloquios y Doctrina Cristiana con que los doce frailes de San Francisco enviados por el papa Adriano VI y por el emperador Carlos V convirtieron a los indios de la Nueva España; Arte de la lengua mexicana, con su vocabulario apéndiz; Vida de San Bernardino de Siena; Manual del Cristiano; un Calendario; Arte adivinatoria y un Vocabulario trilingüe, entre otros. Una de sus obras que trabajó duramente fueron las tres versiones de la Historia general de las cosas de la Nueva España, los tres ejemplares acabaron en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario